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Lectio Divina: Solemnidad de la Ascensión del Señor

on 26 May, 2022
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Medellín (Colombia), Hna. Ana Cecilia González Montoya, 29 de mayo 2022.- ¡MISIÓN CUMPLIDA!

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Lectio Divina - 29-05-2022 esp Descargar

Hech. 1, 1-11   Ef. 1, 17-23, Lc. 24, 46-53

Tomamos para la lectio el texto de Hechos, y el Evangelio y para orar, Efesios:

“Hombres de Galilea, ¿qué hacen mirando el cielo?
 Este Jesús que les ha sido quitado y elevado al cielo,
Vendrá de la misma manera que lo han visto partir”. Hech.1, 11
 

Invocación al Espíritu Santo: Señor envíanos tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. 

LEAMOS

 Hechos 1, 1-11. Situemos el texto en su contexto.

 

MEDITEMOS 

Ef. 4, 8, Jesús ha cumplido su misión y nosotros subimos con Él al Padre.

Ya hemos heredado la bienaventuranza, garantía de la promesa. Ahora somos hijos en el Hijo, porque el Resucitado nos ha lavado y regenerado con su sangre y aunque Todavía no hemos alcanzado la plenitud del conocimiento y de la fe, somos los hijos de la Pascua.  

Celebrar esta solemnidad, es celebrar la promesa cumplida y la primicia de nuestra resurrección, por lo tanto: Si hemos resucitado con Cristo, busquemos los bienes del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Cfr. Col. 3, 1, es reafirmar nuestro compromiso como testigos de su Presencia permanente entre nosotros. El Espíritu Santo nos abrirá el entendimiento para conocer la Verdad y sostenernos en nuestro esfuerzo cotidiano “para encontrar en Jesús la fuerza al preparar la peregrinación y caminar de altura en altura, hasta ver a Dios en Sión” cfr. Sal 83.

OREMOS 

Hagamos nuestra la plegaria de Efesios en esta solemnidad:  

Que nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, nos conceda el Espíritu de sabiduría y revelación, que ilumine nuestro corazón, para valorar la esperanza a la que hemos sido llamados y la riqueza de la herencia, prometida al consagrado, (bautizado). Amén.

CONTEMPLEMOS 

En hondo silencio la gloria del Resucitado, con la certeza que, al subir, nos ha llevado consigo, y mientras dura nuestra peregrinación en el hoy de la Iglesia sinodal, vivamos en comunión, haciendo juntos el camino de regreso al Padre.