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Roma (Italia), 06/03/2015.- Del 25 al 27 de febrero, con motivo del VIII centenario de la Orden y del 50 aniversario de la Constitución Dei Verbum, se celebró en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino -ANGELICUM- de Roma, un Congreso Internacional en el que participaron más de 300 personas venidas de los cinco continentes. Asistieron cerca de treinta hermanas de nuestra Congregación: el grupo de Hermanas que actualmente viven la experiencia formativa en el CEMP y hermanas de las comunidades de Sainville y de Roma. Fue un encuentro de gran calidad, profunda reflexión teológica, ambiente abierto sencillo, fraterno… un compartir entre hermanas y hermanos.  

 

Tres fueron los ejes del programa: revelación, profecía, predicación. La riqueza y amplitud de las exposiciones, abre a una mayor y mejor comprensión de la tarea evangelizadora en nuestro mundo de hoy. Santo Tomás, gran teólogo, nunca perdió de vista su identidad de predicador.  Este fue el camino que siguieron los frailes predicadores en los inicios de la Orden y que quiso y proyectó Marie Poussepin para su comunidad: la predicación a través del servicio de caridad. 

 

¿Cómo predicar hoy? podría ser la pregunta clave que estuvo presente en el trasfondo del Congreso. La comunicación de la Palabra de Dios requiere una profunda identificación con los valores del evangelio. La escucha del Señor y su Palabra, del mundo de hoy, la “conversión al prójimo” surgen como una exigencia vital que debe alimentar la reflexión teológica en busca de un horizonte de esperanza. El Congreso propició una toma de conciencia de que Dios sigue hablando de múltiples maneras y que reclama del predicador, de cada una de nosotras, la simplicidad, la apertura al espíritu, para saber acercarse, como Jesús, a cada uno de aquellos a los que somos enviados. 

 

 

 

 

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