Concón (Chile), 27/09/2025, Felipe Collet Gaete, Coordinador Pastoral, Colegio Parroquial Santa María Goretti.- Desde Concón, en la costa central de Chile, viajamos con 12 peregrinos del Colegio Parroquial Santa María Goretti a Roma, para participar en el Jubileo de los Jóvenes. Durante 10 días (Del Domingo 27 de Julio al Martes 05 de Agosto de 2025) compartimos la fe con millones de jóvenes de todo el mundo, reunidos junto al Papa León XIV. Fue una experiencia profunda que nos marcó para siempre.
Este viaje no solo significó acompañar a estudiantes al extranjero, sino también concretar un proyecto que tomó más de un año de preparación. Las familias, muchas de ellas en contextos vulnerables, lograron reunir los fondos gracias a su esfuerzo, al apoyo de la comunidad educativa y a benefactores anónimos. Llegar a la Ciudad Eterna fue un sueño hecho realidad.
Como profesor, fue emocionante ver cómo estos jóvenes, muchos de ellos viajando por primera vez, se transformaban día a día. Lo que comenzó como un viaje turístico se convirtió en una verdadera peregrinación de fe. Uno de los momentos más significativos fue verlos celebrar el sacramento de la reconciliación en el Circo Massimo: un testimonio vivo de que Dios sigue tocando corazones.
Durante la semana, recorrimos las cuatro puertas santas, rezamos en las tumbas de los apóstoles, visitamos lugares históricos como el Coliseo y el Foro Romano. En Asís, oramos en los santuarios de San Francisco, Santa Clara y del joven Carlo Acutis. También peregrinamos hasta el santuario de Santa María Goretti en Nettuno, patrona de nuestro colegio.
Fuimos recibidos con gran cariño por la comunidad de Hermanas Dominicas en la Casa del Rosario. Su hospitalidad, cercanía y alegría nos hicieron sentir en casa. Compartimos con ellas momentos de oración y una hermosa celebración animada por el cantautor Cristóbal Fones. Agradecemos profundamente su generosa acogida.
También visitamos el gobierno general de la congregación, donde compartimos la mesa con la H. Mariamma Paul Ollukaran, superiora general. Junto a nuestros jóvenes, cantamos con emoción la oración de Marie Poussepin, un momento lleno de sentido comunitario. Agradecemos especialmente a la Hna. Nilda Miranda Romero, consejera general, quien fue una peregrina más entre nosotros. Su compañía alegre y cercana fue un verdadero regalo.
Acompañado por el profesor Martín Laredo Vera, y la H. Jeny Obreque Maturana de nuestra provincia, viví esta peregrinación con mucha gratitud. Fui testigo de cómo la fe transforma, anima y enciende el corazón de los jóvenes. Muchos regresaron distintos, con una esperanza renovada y el deseo de seguir compartiendo lo vivido.
Hoy, con orgullo, puedo decir:
“Si ellos pudieron, muchos jóvenes pueden también”.
Que este Jubileo de la Esperanza siga dando frutos y motive a otros jóvenes a descubrir la alegría de creer.