Duitama, Boyacá (Colombia), 29/10/2025, Hna. Rosa Elvira Carvajal Cifuentes.- Con profunda gratitud y alegría, nuestra congregación conmemora hoy un siglo de presencia en la ciudad de Duitama, Boyacá. Cien años de servicio, fe y educación, que han dejado una huella imborrable en generaciones de niños, jóvenes y familias de la región.
De izquierda a derecha: H. Omayra Salazar Diaz, H. Elsa Patricia Bernal Cortés, H. Rosa Elvira Carvajal Cifuentes, H. Ligia Castillo Barrera, H. Maria Celina Gómez Rueda, H. Berta Inés
Un siglo de historia y misión educativa
La historia comenzó el 12 de enero de 1925, cuando las hermanas Agustina de la Cruz (superiora), Eugenia del Carmen, Rosa Ignacia, Luisa Susana, María Blanca, Angélica María, María Natalia, Cristina del Carmen y Costanza llegaron a Duitama para hacerse cargo de la casa de enseñanza de la ciudad. Su llegada fue recibida con entusiasmo por la comunidad, gesto que las animó a sembrar el Evangelio y el carisma de Marie Poussepin en estas tierras boyacenses.
El 15 de febrero del mismo año, las hermanas iniciaron oficialmente su misión educativa. A pesar de las limitaciones materiales y de la pobreza con que comenzaron, su fe y constancia hicieron posible el crecimiento de la obra. Poco a poco, la comunidad fue adquiriendo los recursos necesarios para desarrollar su labor: materiales, mobiliario y finalmente un edificio propio.
En 1930, la comunidad asumió la enseñanza secundaria, con el firme propósito de formar a las jóvenes en la vida cristiana y prepararlas como mujeres ejemplares, ya fuera como madres de familia, religiosas o laicas comprometidas con la sociedad.
Una presencia viva al servicio de la educación
Hoy, cien años después, la comunidad de la Presentación continúa su misión educativa en Duitama, fiel al Evangelio y al espíritu pedagógico de Marie Poussepin. Inspiradas en los valores católicos, las hermanas promueven una educación integral basada en la fe, la vida y la cultura, con criterios de excelencia, creatividad, liderazgo, trabajo en equipo y compromiso social.
En un mundo globalizado, la Congregación asume nuevos desafíos, trabajando por el desarrollo de los talentos cognitivos, artísticos, deportivos y afectivos, y fomentando los valores humano-cristianos que preservan la dignidad e identidad del ser humano.
Un legado que sigue transformando vidas
Durante este centenario, la comunidad celebra los esfuerzos de tantas hermanas, maestras y generaciones que, día a día, han forjado una formación integral para formar líderes éticos, creativos y comprometidos con el cambio social y tecnológico, personas que construyen el futuro con esperanza y servicio.
Agradecemos a Dios y a todas las generaciones de educadores que, haciendo suyo el Evangelio y el carisma de nuestra Madre Fundadora, han mantenido viva la presencia misionera de las Hermanas en esta bella ciudad de Duitama”, expresaron las religiosas durante la conmemoración.
Cien años después, el legado de las Hermanas Dominicas de la Presentación permanece vivo en cada hermana fiel a su vocación, en cada niño que aprende y en cada familia que recibe apoyo en la formación de sus hijos.
Una celebración de gratitud
El centenario es también una invitación a reconocer que una buena educación transforma vidas, abre puertas y construye futuros. Así lo expresan las hermanas de la Presentación, que agradecen a la comunidad de Duitama por su cercanía y apoyo a lo largo de estos cien años de historia compartida.
Gracias de corazón por celebrar con nosotras la vida de un carisma que sigue dando frutos. Gracias por acompañarnos en esta misión que nos impulsa a seguir sirviendo con alegría y esperanza.”


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