Poesía desde Bogotá

on 17 Jul, 2020
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Bogotá (Colombia), 17/07/2020.- Desde la provincia de Bogotá nos llegan varias poesías.

Obra social Marie Poussepin

Que felices nos sentimos
En esta Obra Social
Que lleva el nombre bendito
De la Santa Marie Poussepin

Solidarias, muy unidas
Trabajamos sin cesar
Aquí reina Jesucristo
Y es nuestro segundo hogar

Nuestro modelo es María
Nuestra Madre sin igual.
La mujer trabajadora
Con aguja y con dedal. 

También usamos encajes
Cintas adornos y más
Y la Hermana que dirige,
Es la que lleva el costal.

Aquí se manejan hilos
De la mejor calidad
Telas, botones y agujas
Y con gran habilidad.

Señoras muy voluntarias
Sus saberes nos comparten
Innovando cada vez
Alguna obra de arte.

También exigen pertenencia
Perseverancia y bondad
Y sigue esperando alumnas
Para su Obra Social.

Hna. Carmen Ester Pardo

Acróstico a Marie Poussepin

Mujer emprendedora y decidida
Amó a los pobres desde su tierno hogar;
Recta, sencilla, humilde y generosa;
Imploraba de Dios misericordia
Ejemplar vida de amor y de fe.

Protectora de enfermos fue apóstol.
Orando a María multiplicaba su caridad.
Unida siempre de corazón a sus hermanas,
Supo responder con confianza y alegría
Su servicio, solidaridad y paz
Enseñaba con su vida diaria
Paciencia, trabajo, prudencia.
Iluminada por el Espíritu fue feliz.
Nunca fue sorda a la voz de Dios.

Hna. Nora Cecilia Bernal

Marie PoussepinBogotá Bogotá

Palabras mágicas sublimes,
Que son un himno de profundo encanto,
Sacros conjuros de dulzura imprimen,
que, al mundo de hoy, de su dolor redimen,
de la tristeza del dolor y el llanto…

Este es el dulce nombre que le damos
y repetimos, en 4 Continentes muchos labios,
MARIE POUSSEPIN, lo cantan las campanas,
MARIE POUSSEPIN, las flores y los campos.

Tú, cuando anhelante nos soñabas,
como blanca legión de “CONSAGRADAS”
nos quisiste mujeres VALEROSAS,
desafiando los vientos y borrascas.

Tú, abriste los senderos. Tú quisiste,
que fuera tu COMUNIDAD” ARCA SAGRADA”,
De CARIDAD, SERVICIO, SACRIFICIO,
Y DE FRATERNO AMOR, Hostia Sagrada.

Tu trazaste un camino misterioso,
de sencilla oración y de alabanza;
de diario caminar con dicha y gozo,
rebosantes de amor y de esperanza.

Tu quisiste un hogar para tus hijas,
donde todas se amarán como hermanas,
con sonrisas de Amor y de Cariño,
Y detalles fraternos en el alma. 

Tantos años, qué rápido han pasado,
Y olvidar esta casa, no han logrado,
aquí quedo nuestro recuerdo impreso,
y aquí quedo el corazón atado.

Casa Central, tus Torres guardan eco,
de nuestras risas, y férvidas plegarias;
nuestra Capilla nos espera siempre,
porque allí mora, nuestro Bien Amado.

La Dulce Virgencita abre su manto,
para acoger de nuestro Amor el canto,
para acoger nuestra Oración ferviente,
y recoger amorosa nuestro llanto. 

Hna. Leticia de la Cruz - Comunidad Santo Domingo