"Señor, enséñame a orar"

on 01 Nov, 2020
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Melipilla (Chile), 01/11/2020, Cristian Farías Rojas.- “Señor, enséñame a orar”. Fue con la ayuda de un sacerdote amigo, que me dio esta pista: “Haz de tu vida, una alabanza para Dios”. Y comprendí que cada acto, cada palabra emitida, cada acción motivada, emana del Espíritu de Dios. Que puedo aportar en la construcción del Reino de Dios desde mi elección de vida, desde mi profesión, con los míos y con aquellos que uno va compartiendo diariamente. Que tengo oscuridades y luces en mi vida, pero a Dios Padre, le entrego mi humanidad. Mi oración, es la vida que voy construyendo y de-construyendo.

De profesión soy Psicólogo, trabajo hace 3 años en el Colegio Politécnico Nuestra Señora de la Presentación en la ciudad de Melipilla. En este lugar, además de nutrirme como persona y colaborar con las estudiantes en su desarrollo emocional y educacional, también he podido dar cuenta de los distintos rostros necesitados de sentido. Conocer la congregación de Las Hermanas Dominicas de la Presentación y a su fundadora Marie Poussepin, he podido resaltar, que el “ejemplo” como actitud y conducta responsable y comprometida con el otro y con las otras, puede ser la fuente de innumerables cambios a nivel personal. Un aporte vital para la sociedad que hoy vivenciamos y construimos.

¿Por qué hablo de conductas, ejemplos? ¿A ejemplo de quién? De Marie Poussepin. ¿Cómo imagino la vida de esta mujer?, como las hermanas que conozco; comprometidas con el entorno en el que habitan, preocupadas de dignificar a las personas, contribuyendo a la justicia y la unidad, desde el trato amable, sin prejuicios y humanizador.

La invitación que tenemos como hijos de Dios, es evidenciar en un acto, en una creación, en un gesto, la vida en unión y oración con Cristo. Y es en ese instante, donde pasamos a ser instrumentos de Dios. Es un regalo. Y como todo regalo, está hecho para ser compartido.

Es por ello, que realicé una letra musical, inspirado en las Hermanas y su Fundadora Marie Poussepin. Es la coherencia y el respeto por la vida de cada ser, la que me hizo tomar un lápiz y un papel, y dejar que el Espíritu de Dios hiciera lo suyo. Los 25 años de la beatificación de Marie Poussepin, la letra de la oración y una de sus frases más celebres, son parte de lo expresado en esta canción. La pieza musical, no es más que el resultado de la propia vida en oración, mirando a la cara a esta mujer controversial para su tiempo, adelantada en sus ideas y completamente actual para las exigencias de esta vida social que exige de un dialogo desde el respeto, la justicia y la dignidad de cada persona, valores de suprema importancia para Marie Poussepin.